sábado, 15 de octubre de 2016

Una noche, Carlos, un niño de mediana edad, cuando estaba durmiendo, empezó a soñar. Era un gran marinero, por lo que en su pueblo todo el mundo le conocía, ya que lo heredó de su padre, el que con su trabajo y esfuerzo pudo montar su propio comercio del que su familia se mantenía. Carlos quería ser como su padre así que siempre era el primero que salía del puerto para ir a pescar. Un día hacía muy mal tiempo, la marea estaba revuelta pero el no le dio importancia y salió como de costumbre a surcar el mar, pasaron las horas y no llegaba a puerto, su familia y los demás marineros estaban preocupados ya que el tiempo cada vez estaba peor y nadie se atrevía ir a buscarlo. Todos pensaban que se había perdido o caído al mar, perdieron todas las esperanzas hacía el, pero de repente cuándo nadie pensaba en que volvería, apareció el, con todo el barco cargado de pescado. ¡Había pescado más que nunca! Todos se quedaron sorprendidos cuando lo vieron en perfecto estado, fueron corriendo a ayudarle para llevar la carga a la lonja, cuando asombró diciendo: Este pescado va a ser repartido a todas las familias del pueblo en honor al cariño que le teníais a mi padre. Dé repente empezó a sonar el despertador y Carlos se dió cuenta de que todo era un sueño pero estaba muy contento ya que en el colegio se lo podría contar a sus compañeros y amigos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario